El aplique Matisse es perfecto en su simplicidad. Su diseño vertical y rectangular lo hace único. Se fija a la pared mediante una varilla de metal negro mate que parece envolver la pantalla blanca. La luz se difunde suavemente, creando delicados acentos hacia arriba y hacia abajo en la pared. Además, queda espectacular cuando se agrupa, generando un efecto espacial, ideal para rematar una pared.
Ancho: 15cm Profundidad: 18cm Altura: 50cm